domingo, 9 de enero de 2011

19:34

Frio y humedo
por dentro.
Me divierten
las depresivas imagenes de un mundo muerto,
mi boca se agranda y gotea sangre
siempre durante
el amanecer.

Sin la luz del cielo,
sin camino ni viento.
Tierra, agua y oscuridad.

viernes, 7 de enero de 2011

Mío

Desmoronada en el ambiente está
mi vista entre la oscuridad
y el gemido de la brisa
que de satisfacción me hace temblar.

Me siento ausente
y tan dentro mío
que veo a mi placer y energía
moldear la hierba dulce
y llevar como castigo una caricia
una gota de fino rocío.

Todo esto es misterioso:
Puedo colapsar y oír mis gritos
desde el espeso cielo.
Desde el espejo me encuentro.
Pregunto a mi cuerpo si estoy dentro mio.
Escribo con sangre en el sucio suelo
que estoy en peligro.

Me despierta bajo la lluvia el silencio
y vuelvo a nutrir el cuerpo
con cenizas y sentimientos.
Con mentiras
crezco y aumento de peso.
Pasan los días.
Pienso.
Cierro los ojos.
Pienso
y vuelvo a ser otro sueño en el suelo.

(Debería ser como el resto. Debería)

Esa fantástica parte
que todos olvidaron
me consume.
Me enredo con el fuego y me quemo
cuando intento librarme,
escaparme al desierto,
o quedar petrificado entre colosos de nieve.

Me vuelvo loco o me muero.
¿Me vuelvo loco o me muero?
Gasto el tiempo creando
y apreciando la Belleza.
Me quedo. Me vuelvo loco. Me quedo.

Debería ser como el resto. Debería...
(Dolería ser como el resto. Lloraría)