lunes, 29 de octubre de 2012

Paredes

Toda la vida estuve
agazapado en estas crueles fortalezas
sin siquiera la certeza del frío que nos cubre
fuera de estas paredes sangrientas.

¿Qué hago yo entre todas ellas
si el vacío que las llena
tiñe de negro el rocío,
el rocío que fluye entre mis venas?

¿Cómo no pensar en este lío
si encuentro más vino que amor
en estas cuatro paredes
y más paredes que parejas fieles
esparcidas en el mundo?

Detrás de sus pieles escucho
como asciende el humo de la peste
que acaricia las paredes y desgarra el pecho
de aquellos que todavía sienten,
de aquellos que todavía respiran.

¿Cómo no exhalar ese vapor
y no sentirme con el alma destruida
si el calor y las heridas
me ahogan junto a las paredes?
¿Cómo haré para vivir tranquilo
si no veo lo que esconden?

El sendero es frío fuera de ellas
y camino sin mirar al frente
consciente del murmuro de mis miedos
y rechinando los dientes.

Así siempre en el andar de mi ruta
veo más paredes que ocultan criminales
que postales con tu nombre
esparcidas por el mundo.

Y en la vida más mentiras
que luciérnagas y sauces llorones.