El tiempo no cura
pero crece.
El tamaño de tus ojos
me detiene
y corta la piel oscura
que me envuelve.
Mi mirada se destruye.
El frío del aire,
el vacío de mi sangre
y mis neuronas
entre nuestra sed crecen.
Flota tu aroma
entre el mismo frió del aire
y el vapor de un café negro.
¿Cómo hará mi sonrisa
para ser tan falsa
haciéndome sentir tan sincero?
Silencio absoluto,
palabras a distancia.
Risas confusas
e intenciones malas.
Ratas sucias
que comen corazones,
excusas y canciones
sobre las sabanas.
El tiempo crece
como una venganza
(Tus ojos vuelven siempre,
los míos se apagan y escapan
entre fantasías de muerte)
Tus besos no existen
pero con verlos alcanza.
El frío del aire por hoy,
es nuestra humilde hazaña.